viernes, 5 de febrero de 2010

Lo que hago por 3 minutos de placer…

Después de 45 minutos de sufrir haciendo Pilates, no solo por el esfuerzo físico que ello implica, por la transpiración generada, sino también por sentirte tan mal de tener 25 años y no poder hacer bien los ejercicios porque tu cuerpo no da, que la señora (50 años mínimo) de al lado tuyo te humille, y después que el profe te pregunte porque haces fuerza con la cara…Llega el placer total y absoluto..

Esos tres minutos que hacen que nada de lo anterior te importe, esos tres minutos de masajes y que te suene toda la espalda, esos tres Minutos vales cada gota de transpiración y cada humillación sufrida.

Después de dos semanas seguidas de dolor de espalda, hoy fui muy feliz. Esos tres minutos me hicieron muy feliz.

Cuidado, presiento que me voy a volver adicta a esto.

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